El color es un factor importante en el diseño de un restaurante, ya que puede influir en las reacciones psicológicas de los clientes y afectar su experiencia en el lugar. Utilizar el color de manera efectiva puede establecer una imagen, crear ambiente y despertar el apetito del cliente, lo que aumenta las posibilidades de éxito a largo plazo. Rosalin Anderson, directora de marca de Just Salad, concuerda en que el color es una herramienta poderosa para transmitir una experiencia gastronómica agradable. Es importante elegir el color adecuado, considerando su marca y pensando en la intimidad del espacio. Puede experimentar con diferentes combinaciones de colores, pero recuerde que el color no es lo único que decide el éxito o fracaso del negocio; de todas maneras el papel del color en la estrategia de diseño de un restaurante es fundamental.
Colores azules y morados
El azul se asocia más a menudo con las bebidas o la relajación, por lo que estos tonos se suelen utilizar en spas o cafeterías de aire bohemio. Como también se considera que el azul suprime el apetito, los gimnasios suelen utilizar este color para su diseño. Todo esto significa que, para un restaurante, lo mejor puede ser reconsiderar los tonos azules y morados.
En general, la mejor forma de utilizar el azul o el morado es con moderación. Si lo utiliza en el diseño de su logotipo, tenga cuidado con el tamaño o la prominencia del logotipo en el restaurante, porque incluso una floritura azul puede resultar excesiva si se repite una y otra vez.
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Colores verdes
Las tonalidades verdes con tonos tierras crean un ambiente relajado y animan a los clientes a sentarse, relajarse y quedarse un rato, sin dejar de pedir comida o bebida.
Una opción innovadora para combinar el verde y el marrón es añadir naranja para dar un toque fresco y más moderno a los verdes y marrones terrosos, pero recuerda que el verde no es un buen augurio para los restaurantes con mucha carne, así que si ese es tu nicho, probablemente sea mejor evitarlo por completo.
Colores amarillos y naranjas
Por lo general, los amarillos y rojos brillantes se prestan bien a un ambiente enérgico y no animan a la gente a sentarse y relajarse, por lo que el uso de este color dependerá del tipo de ambiente que se esté creando.
Los amarillos y naranjas funcionan mejor en lugares como yogurterías, cafeterías y otras opciones desenfadadas y económicas. Si tiene un local de desayunos, lo más probable es que los amarillos y naranjas le funcionen.
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Colores Rojos
Para crear un ambiente más íntimo en un espacio más grande, como un salón de banquetes, los rojos oscuros y profundos son una buena idea. Los rojos y amarillos suelen ser colores ideales para accesorios y acentos en un restaurante, ya que añaden dinamismo y alegría a colores más tenues.
Se ha descubierto que los manteles rojos hacen que los clientes coman más, pero se deben utilizar con moderación. Así que, si va a utilizar el rojo, los manteles u otros detalles de la mesa son los lugares adecuados.
Color blanco, beige y colores neutros claros
Los colores claros como el blanco, el beige y los grises claros pueden hacer que un espacio pequeño parezca más grande y menos estrecho. También evocan una sensación más pausada y relajada, haciendo que los clientes se sientan bienvenidos a pasar el tiempo cómodamente.
Tenga en cuenta que la combinación de blanco en una pared con un color diferente en otra puede crear el efecto de otro color.
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Los colores pueden invitar a alguien a comer o desanimarlo por completo, pero las reglas no están grabadas en piedra: algunos locales pueden ir en contra de estas directrices con gran éxito. Sin embargo, determinar qué colores son apropiados para su negocio es un paso importante para crear el tipo de ambiente que desea y fomentar los comportamientos que le gustaría ver en los clientes.